Piernas cansadas
La sensación de piernas cansadas se caracteriza por la pesadez en las piernas al intentar moverlas, caminar, o simplemente al permanecer de pie, lo cual reduce la calidad de vida de las personas.
Los síntomas más frecuentes suelen ser un dolor la sensación de pesadez o calambres en las extremidades inferiores, un dolor inespecífico poco localizado y no excesivamente intenso en las piernas, hormigueos y picor.
En algunos casos también se puede observar una hinchazón alrededor de los tobillos y pantorrillas, generando un aumento del diámetro y volumen en la parte inferior de la pierna.
Uno de los motivos principales de la pesadez de piernas es la insuficiencia venosa, que provoca que las venas de las piernas presenten cierta dificultad a la hora de facilitar el paso del flujo sanguíneo y enviar la sangre de vuelta desde las piernas al corazón de un modo eficiente. Se facilita así la acumulación de líquidos o sangre en las zonas inferiores de las piernas, provocando la sensación de piernas pesadas, o bien provocando la hinchazón de piernas y la aparición de las temidas varices.
Los malos hábitos de vida pueden provocar una mala circulación de la sangre y, por consiguiente, la hinchazón y sensación de cansancio de las piernas. Lo más recomendable en este caso es practicar ejercicio moderado, como caminar o correr, de forma que trabajen los músculos de las piernas, aliviando la sensación de pesadez.
Cuando inhalamos humo procedente del tabaco, existen distintas sustancias que actúan nocivamente también sobre las paredes de las venas, lesionando y predisponiéndolas a una afectación de las válvulas venosas a medio o largo plazo. Si fumar es muy perjudicial en general para la salud, también lo es para las piernas y su buen riego sanguíneo.
A menudo el primer tratamiento para las várices consiste en cambios en el estilo de vida, estos cambios pueden evitar que las várices empeoren.